martes, 4 de abril de 2023

AAPPR APOYA LA INTEGRACIÓN DE LAS BELLAS ARTES EN EL SISTEMA DE EDUCACIÓN DE PUERTO RICO

 

Izquierda a derecha:
Marie Court (Presidenta AAPPR) y la Senadora Ada García

El pasado lunes 27 de marzo de 2023, la presidenta de la Asociación de Artistas Plásticos de Puerto Rico, Marie Court presentó su ponencia ante la Senadora Ada García a favor del Proyecto del Senado 1142 del 23 de febrero de 2023 para crear la Ley para el desarrollo integral del estudiantado a través de la Bellas Artes en la educación pública de Puerto Rico.

Marie Court, M.A.GAC
Presidenta AAPPR,

Ponencia
  
Como gestora cultural y artista he podido observar que es a partir de las escuelas de arte que se evidencia el poder de estas expresiones artísticas en la cultura y en la educación de nuestro pueblo, dejando como legado grandes artistas, maestros e historiadores que han marcado un desarrollo humanístico que sirve como referencia para nuestras futuras generaciones. No debemos pasar por alto que el cambio social que estamos enfrentando ha traído como consecuencia la insensibilidad, la falta de empatía y el deterioro de nuestra juventud.
 
Como Presidenta de la Asociación de Artistas Plásticos de Puerto Rico, he recibido una cantidad de insumos de mis asociados, los cuales se componen de artistas y educadores; como la necesidad de que el arte se convierta en una materia medular consiguiendo así recuperar su valor educativo, por su poder de cambio positivo en el estudiante y en segundo lugar, la falta de materiales necesarios para la enseñanza artística de manera que el maestro pueda cumplir su cometido. Por esta razón la AAPPR hemos estado apoyando esta misión durante 8 años con el movimiento educativo “Salvemos las Bellas Artes”, para abonar a la transformación de nuestra educación; y continuaremos en pie de lucha hasta que el Proyecto de Ley sea aprobado por el beneficio de nuestros niños y jóvenes del país.
 
Enseñar arte no es entretener y tan poco es pasar el tiempo, más bien es una necesidad para alimentar nuestra capacidad creadora, intelectual y física. Como afirma el educador artístico y teórico Viktor Lowenfeld en su libro, El niño y su arte: “Nuestros niños deben desarrollarse equilibradamente, sabiendo utilizar de igual modo su capacidad de pensar, de sentir y de percibir” y esa es una forma del arte proveerles lo que necesitan para su futuro inmediato. Uno que puede producir artistas, consumidores del arte o educadores. Es esto lo que nuestra economía necesita.
 
Porque un artista no solo trae grandes logros y reconocimientos a su país, también ayuda en su economía cuando llena a capacidad los estadios, coliseos o salas de exhibiciones en un museo, cuando crea empleos directos e indirectos, además, las artes se convierten en un medio de promoción para ciertos sectores del país como políticos y empresarios. Un abogado, ingeniero, médico, empresario entre otros se puede convertir en un coleccionista de obras de arte cuando desde edad temprana aprende a valorarlo y a reconocer su importancia como expresión. Y un educador en el arte prepara a nuestra sociedad para entender y valorar nuestra herencia cultural, y visualizar las artes como el motor de un aprendizaje significativo a través de las diversas herramientas que solo ofrecen las Bellas Artes.
 
Lo antes expuesto no es algo que solo saben los teóricos o estudiosos en el tema del impacto de las artes en la educación, es un hecho que se ha venido reflejando con el paso del tiempo en numerosos estudios a nivel internacional.
 
En el año 2004 se hizo una encuesta muy detallada y extensa referente a el impacto de los programas artísticos en los estudiantes, entre países miembros de la UNESCO y otras organizaciones. Y uno de los hallazgos significativos fue la demostración de los beneficios de la educación artística; que una educación artística provoca que los estudiantes mejoren su actitud hacia la escuela y su aprovechamiento académico entre otros. Según Farida Shaheed, relatora especial de las Naciones Unidas sobre los derechos culturales, dijo: “La expresión artística no es un lujo, es una necesidad, un elemento determinante de nuestra humanidad y un derecho humano fundamental que permite a todos desarrollar y expresar su humanidad”. (2013)
 
Es triste ver jóvenes que cuando le preguntas quien fue José Campeche o Francisco Oller no saben que contestar o cuando le pides que te mencionen cuales son los bailes típicos de nuestro país te contesten “El reggaetón”. No es que quiera comparar nuestra educación con otras, pero en otros lugares del exterior se preparan a los alumnos en todas las áreas, incluyendo el arte y la cultura que es sinónimo de la identidad de un pueblo.
 
No queremos más estudiantes abandonando nuestras escuelas, queremos ofrecerles un programa motivador que estimule al aprendizaje activo, donde no solo sea 1+1=2 o densidad es igual a masa, sino que aprendan a analizar, observar, crear entre tantas otras cosas que nos ofrecen las artes y que sirven de coyuntura para que otras materias le resulten al estudiante más atractivas e interesantes para asimilar las mismas con más facilidad y atención.
 
 Nuestro sistema educativo tiene que evolucionar, tiene que innovar y no hay otro camino sino es por medio de las artes en la educación, desde edad temprana hasta el nivel superior.
 
Tenemos que rescatar lo que hemos perdido parcialmente para que los jóvenes se estimulen y descubran sus fortalezas y debilidades, que tengan un norte definido para crecer y desarrollarse en todos los sentidos con capacidad y madurez. Somos responsables de ofrecerles las herramientas adecuadas. Los maestros de este país merecen ser escuchados, solo ellos conocen las necesidades de los estudiantes y las limitaciones del sistema de enseñanza.
 
La aprobación de esta Ley para las escuelas es vital para que la educación de nuestro país se fortalezca y pueda competir a nivel internacional, al igual que naciones como Finlandia, Nueva Zelanda, Chile y otros países, que gozan de un currículo abarcador para el estudiante. Esta Ley hará que las Bellas Artes tengan un lugar de protagonismo y excelencia para preparar al estudiantado en todos los sentidos, tanto para el ámbito personal como profesional.
 
Tenemos que rescatar nuestra calidad educativa preparando a los estudiantes puertorriqueños como merecen sin escatimar en cuanto nos cuesta, porque la educación no tiene precio, ya que es un legado que le dejaremos a futuras generaciones. Que más desearía yo, que futuros artistas plásticos y otros profesionales se sientan orgullosos de la educación que recibieron en su país, que cuando crucen ese Mar Caribe hacia otras fronteras digan: “Soy de Puerto Rico, cuna del arte y la cultura que heredamos de nuestra educación, una de las más enriquecedoras del mundo”.
 
Por tales motivos apelo a su razón y entendimiento y que la Ley antes mencionada sea aprobada para lograr el desarrollo integral del estudiantado a través de la Bellas Artes en la educación pública de Puerto Rico, con el fin de beneficiar a nuestros niños y jóvenes puertorriqueños.


Ponencia entregada

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