Por Edwin
Velázquez Collazo, Presidente AAPPR
Dentro de
las conversaciones y charlas que continuamente tengo con los artistas
plásticos dialogamos sobre la
importancia de pertenecer a una asociación u organización que los represente
como profesionales de la cultura. Tan importantes son las asociaciones de
artistas que en la Conferencia General de la Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, reunida en
Belgrado del 23 de septiembre al 28 de octubre de 1980, en su 21.a reunión bajo
la sección VI. Empleo y condiciones de trabajo y de vida del artista;
organizaciones profesionales y sindicales decreta el dar a todas las
organizaciones nacionales o internacionales de artistas, sin menoscabo del
derecho y de la libertad de asociación, la posibilidad de cumplir plenamente su
cometido. Uno que se basa en el derecho de las asociaciones como organizaciones
profesionales o sindicales en forjar las bases para la defensa de las condiciones
de empleo y de trabajo de los artistas plásticos como trabajadores de la
cultura así como el derecho de buscar
legislación para su protección y garantías permanentes.
Como
creadores cada uno de nosotros profesamos un estilo artístico original, único y
diferente además la manera que utilizamos para darnos a conocer como
artistas es privado e individual en cada uno de nosotros y está
acompañado de diferentes situaciones, características y oportunidades. Pero
tenemos que reconocer que esa misma individualidad también trabaja en nuestra
contra con relación a la percepción que tiene la sociedad y el gobierno de
nosotros.
Según el Programa de Asistencia al Artista (PROA) del Museo
de Arte de Puerto Rico (MAPR) en su Estudio de la condición del artista visual
en Puerto Rico como trabajadores de la cultura los artistas plásticos en Puerto
Rico somos uno de los grupos más
profesionales y educados del país dentro del mercado laboral. Un 68% de nuestros artistas plásticos posee un
bachillerato y un 39% un grado de maestría. Los artistas somos profesionales como otros grupos laborales del país ya sean doctores, contables o abogados, y al igual que ellos tenemos que organizarnos en gremios o asociaciones. En estos
momentos de crisis y de estrechez económica debemos identificar nuestras necesidades y
planificar estrategias que cumplan con ellas dentro del sector de la cultura puertorriqueña.
A diferencia de grupos, colectivos o promotores
del arte que realizan exposiciones, proyectos temporales o buscan beneficio
personal, las asociaciones de artistas son organismos o instituciones gremiales registradas legalmente que le rinden informes así como contribuciones al gobierno y cuya
finalidad es buscar el beneficio común para todos los profesionales
que representa. Sabemos que la condición del artista plástico puertorriqueño con
relación a empleos, legislación, derechos, oportunidades, talleres, seguros
médicos, pensiones y otros factores que le afectan como trabajadores de la
cultura no es la mejor con relación quizás a lo que sea logrado en otros
países. Pero esos cambios tampoco se han dado ante la propia apatía del artista
plástico a unirse y verse como un profesional de nuestra cultura. En luchar como
gremio para provocar que esos cambios ocurran o se logren.
Para esto
es importante que cambiemos la percepción que tenemos sobre nosotros así como
el compromiso que debemos tener con nuestra profesión. Si analizamos
concienzudamente después de nuestros atletas como embajadores deportivos somos
los artistas plásticos el grupo en
nuestra sociedad que mayormente representa al
país a nivel internacional en capacidad de embajadores culturales a
través de nuestra participación en bienales, trienales y ferias de arte,
exposiciones individuales y colectivas, competencias y concursos de arte, logrando
muchas veces premios y elogios para Puerto Rico.
Esta misma apatía
por reconocer la importancia que tenemos en la sociedad y unirnos como gremio permitió que se derogara en el 2012 la Ley de
Arte Público del Estado Libre Asociado de Puerto Rico (la Ley 107 del 16 de
agosto de 2001), una ley que solo había que enmendarla para mejorarla, y que
era de gran beneficio para nosotros. Esa misma falta de compromiso también lo percibimos
en las manifestaciones a favor del proyecto del Senado 584 que buscaba
establecer los cursos de bellas artes como requisito de graduación a
estudiantes en los planteles del sistema público del país. Una ley que no solo
aumentaría las plazas de trabajo para los educadores de las artes sino que nos
pondría a la vanguardia como sociedad para ir creando futuros ciudadanos
amantes y consumidores del arte. Pero allí,
estudiantes y profesores de nuestros programas
o universidades especializadas en las artes plásticas, fueron mayormente los
grandes ausentes.
Esa misma
falta de visión y compromiso es la que afecta nuestra condición de artistas, debemos
comenzar a desarrollar un pensamiento colectivo, alejarnos del individualismo y
luchar por metas generales. No podemos lograr cambios para beneficio de nuestra
profesión quedándonos como meros observadores y limitarnos a criticar o
quejarnos. Debemos fortalecer a estos organismos representativos no solo afiliándonos sino siendo solidarios y
participando democráticamente en sus comités de trabajo o actividades como un equipo.
Finalmente,
la Asociación de Artistas Plásticos de Puerto Rico, organización que
represento, recién cumplió un año de fundada, a través de nuestras
exposiciones y eventos hemos logrado
tener presencia y participación dentro del panorama de las artes plásticas de
Puerto Rico. Muchos artistas que apenas exhibían o no se conocían se han dado a conocer y crecer profesionalmente gracias a nuestra gestión. Pero todavía tenemos que cumplir muchas de las metas y
objetivos por la cual fue fundada por cuanto nos queda mucho trabajo por
hacer. Les damos las gracias a todos los socios por la confianza y apoyo que nos
han brindado hasta el momento para cumplir plenamente con nuestro cometido.
Seguimos a paso firme y haciendo la diferencia!
Estoy de acuerdo con este articulo. La practica del arte ya debe dejar de ser una de individualismo. Como mencions el articulo, ser artista es una profesion como cualquier otra pero hemos sido tan exitosos en convertirla en una practica tan exclusiva que nos hemos excluido de la misma sociedad que puede hacer que las artes de desarrollen. Claro esta que debemos no solo de invitar a esa sociedad a participar sino que tambien debemos de educar a esa sociedad para que pueda apoyar y consumir arte. Un ejemplo es como los artesanos en PR han podido lograr apoyo del gobierno y del pueblo. No me parece que el arte que hacemos tiene que cambiar para que sea accesible sino nuestras actitudes.
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